… De nuevo ella huyó, pero él vino rápidamente ¡Tinúviel! ¡Tinúviel! La llamó por su nombre élfico y ella se detuvo entonces, escuchando. Se quedó allí un instante, y la voz de él fue como un encantamieto, y el destino cayó sobre Tinúviel y centelleando se abandonó a sus brazos. Mientas Beren la miraba …
Comentarios recientes